Esta mañana leía en un artículo la frase personajes de guante blanco y ha sido inevitable que viniese a mi mente la imagen de esos domadores de fieras con sombrero negro, chaqueta roja y látigo que fueron durante mucho tiempo la principal atracción de los grandes circos del mundo. El artículo en cuestión, hacía referencia a los personajes involucrados en casos de corrupción en España y criticaba la suavidad con la que estos son tratados, sobre todo tomando en cuenta su vinculación con cúpulas de poder y partidos políticos. Ante esta lectura y lo revolucionado que veo el panorama, he sentido la necesidad de compartir mis reflexiones partiendo de las dos ideas anteriores y me permito hacer algunas comparaciones.
Según la RAE, un domador es la ¨persona que trabaja en un espectáculo exhibiendo fieras domadas¨ y me llama la atención la estrecha relación que puede tener este concepto con los políticos en nuestro país, ¿Sera que esto es lo que quieren? ¿Convertirse en domadores? Sin duda alguna nuestra actualidad política es digna de un espectáculo televisivo, por lo cual el primer punto del concepto se cumple y no me cuesta pensar que muchos de estos representantes políticos, mal llamados líderes, deben soñar con la posibilidad de exhibir a todo un país amansado ante sus pies.
Me gustaría recuperar entonces el concepto: Circo de los corruptos, que expuso en su libro Josep Maria Loperena criticando la estrecha relación entre la justicia y la política, y como los dirigentes políticos lejos de trabajar por el bien común, dedican sus esfuerzos a ser los protagonistas de lamentables espectáculos mediáticos en los que sólo han conseguido que percibamos como se politiza la justicia y que nos cuestionemos el estado de derecho en el que vivimos; en estos momentos más que nunca la realidad es comparable a la ficción de la gran carpa.
En lo que respecta a las fieras del circo, nadie debería olvidar el poderío que estas tienen, que a pesar de permanecer en jaulas y como protagonistas secundarios del espectáculo, sin ellas éste no seria posible; de verdad me complace vivir este momento, en el que muchos sectores están cansados de ser dominados y exigen protagonismo, participación y regeneración democrática ante el nivel alarmante de corrupción que está afectando a los fundamentos del sistema, sin duda el cartel de este circo está cambiando y creo es hora de que estos pseudo-adiestradores vayan apretándose el ¨Gürtel¨ (Cinturón en Alemán); ya veremos como se monta la carpa para el 20N.
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