domingo, 24 de julio de 2011

Mad Men, el tabaco y la memoria selectiva

Me resulta muy curioso el funcionamiento de la memoria humana, la capacidad para olvidar ciertos acontecimientos o conversaciones que no nos interesan y cómo recordamos con todo lujo de detalles lo que refuerza nuestra autoestima, lo que nos resulta útil o aquello que nos sirve para confrontar diversas situaciones en nuestra vida cotidiana, la denominada memoria selectiva.

El tabaco no siempre tuvo que lidiar con trabas administrativas y sociales, hubo una época en la que no sólo estaba bien visto sino que además era equivalente a sofisticación, atractivo sexual e incluso longevidad.

Algunas de las mejores y más grandes campañas publicitarias de principio del siglo XX estaban asociadas a marcas tabacaleras, se hacían concursos de bellezas para fumadoras y se utilizaba a niños o doctores que afirmaban que fumar era bueno y recomendable.

La serie Mad Men, para quienes la conozcáis, lo refleja a la perfección: el tabaco como forma de desestresar, compartir, celebrar, reflexionar… y su vinculación con el mundo de la publicidad en los años 60. El machismo, el clasismo y el sexo tampoco se quedan atrás, pero después de las recomendaciones de la OMS y las medidas antitabaco que se están tomando en diferentes países, Don Draper se convierte, como el resto de los fumadores, en objeto de críticas y ataques injustificados.


Vuelvo a hacer hincapié en que de ningún modo me gustaría incitar a fumar, pero sí recordar que existen unos antecedentes históricos que no debemos olvidar y a diferencia de entonces, tenemos a nuestro alcance toda clase de información sobre los riesgos del tabaco, por lo que pediría que se nos tratarse como personas capaces que entienden y eligen libremente. Al menos, hasta que los próximos estudios vuelvan a decir lo contrario y encuentren facultades beneficiosas a fumarse un cigarro después de comer…

No hay comentarios:

Publicar un comentario