Lo bueno de las vacaciones, si son buenas de verdad, es que desconectas del mundo; lo malo, es que cuando vuelves todo sigue igual o incluso peor, por eso, a unos días de regresar a Madrid, he decidido sentarme en la terraza del hotel para no llevarme sorpresas, abrir el portátil y… ¡zas!.. Reforma constitucional.
Muchas veces creo que en Europa, sobre todo Merkel, piensan de nosotros lo mismo que nuestro Gobierno piensa de sus ciudadanos: que no pensamos, que no sabemos y que necesitamos un guía superior que nos enseñe el camino a seguir y nos empuje a él, de hecho, en ocasiones me llego a plantear si tienen razón.
Ahora a Zapatero, a unas semanas de las elecciones, se le ocurre, bueno, a él no, sino a sus convecinos europeos, reformar la Constitución, esa que no podíamos tocar por su “extrema fragilidad”. Lógica y anecdóticamente Rajoy le apoya, primero, porque ya lo propuso y segundo, porque si resulta ser una cagada, las culpas históricas y populares caerán en ZP.
No esperaba que convocasen un referéndum cuando pueden ampararse en el 10%, ¿para qué? Sólo hay que echar la vista atrás, cuando no se quería dar el voto a la mujer porque se decía que no sabía de nada, que se pasaba el día entre las paredes de su casa y las de la iglesia. Al menos, hemos conseguido la igualdad en eso, nos tratan a todos y a todas por igual, como si fuésemos imbéciles.
Por mi parte he de reconocer que no entiendo demasiado de política económica, así que desconozco sus pros y contras y supongo que como yo, habrá muchas personas en España. Llegaré a casa y me pondré a leer para ver si desenmaraño un poco lo que creo recordar de lo qué es y supone… pero, ¿harán todos lo mismo o simplemente nos dejaremos llevar de la mano una vez más?
¿Tan urgente es una reforma que no es aplicable hasta dentro de unos años? ¿No sería más fácil tomarse un tiempo para explicar a los ciudadanos de forma plural lo que supone y una vez tengamos diversidad de opiniones votemos en referéndum? ¿Por qué ya de paso no le damos una vuelta a la Constitución y sacamos a colación todos esos temas pendientes de revisión que hemos ido obviando por no “quebrarla”?
Lo peor de todo, es que la reacción de PP, PSOE y alguno más a estas cuestiones sería la misma que la de Mafalda en la viñeta. Espero que se den cuenta que en Europa los tratan como ellos a nosotros y que por desgracia, salvo el 15M, nosotros hacemos lo que ellos, agachar la cabeza y decir: “sí, bwana”.
Las limitaciones a nuestra libertad están donde empiezan las del otro y no en los signos tipográficos
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jueves, 25 de agosto de 2011
¡Zas!... Reforma Constitucional…
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jueves, 11 de agosto de 2011
El mundo en llamas: Disturbios en Londres vs Spanish Revolution
No sé si reír o llorar cuando recuerdo las declaraciones de economistas y presidentes europeos augurando el fin de la crisis para 2010 y eso que incluso yo tomaba por descabellada la opinión de un amigo de mi marido que defendía, y sigue haciéndolo, que estos periodos de recesión históricamente duran un cuarto de siglo.

Ahora veo mucho más probables sus predicciones que las de aquellos que se hacen llamar expertos, porque esta crisis no es sólo financiera/económica, sino que estamos ante una crisis política, democrática, mediática, bursátil, bancaria, pero sobre todo de valores, de ideologías, de creencias y de confianza.
Miro a Londres como supongo ellos miraban España los días posteriores al 15M. Veo diferentes detonantes y unas formas de revuelta popular que no comparto, pero también entreveo un mismo trasfondo de indignación y necesidad de cambio, que recupere los principios democráticos construidos de abajo arriba, que devuelva el poder al pueblo.
Lo que algunos definen, con el fin de alejar las comparaciones con la Spanish Revolution, como simple vandalismo, protesta racial, marginalidad y delincuencia, va más allá, de hecho, algunos de esos calificativos también fueron dirigidos a los acampados por los mismos medios que ahora defienden su legitimidad por no usar la violencia.
Lógicamente, vuelvo a repetir, NO ESTOY DE ACUERDO CON EL CÓMO, que vuelve a perjudicar a los de siempre, a los ciudadanos. Soy partidaria de un proceso pacífico de renovación del sistema mundial. El problema es que los vasos europeos están a una gota de colmarse y no me extrañaría que poco a poco, cada país, encuentre un motivo u otro para salir a la calle y revelarse, sin llegar a saber muy bien dar respuesta a ese cómo, porque la inmediatez del cambio es más que improbable y la paciencia de muchos se agotó hace tiempo.
El supuesto poder deslegitima cada movimiento social, lo comprime dentro de sus fronteras, lo corrompe, lo insulta y lo desmenuza desviando la opinión pública a particularidades que no hacen sino cubrir el motivo real y global. Elimina vinculaciones internacionales homogéneas para intentar fragmentar una unidad que temen termine con una hegemonía, que han olvidado, no viene del poder divino, sino de cada uno de nosotros.

Ahora veo mucho más probables sus predicciones que las de aquellos que se hacen llamar expertos, porque esta crisis no es sólo financiera/económica, sino que estamos ante una crisis política, democrática, mediática, bursátil, bancaria, pero sobre todo de valores, de ideologías, de creencias y de confianza.
Miro a Londres como supongo ellos miraban España los días posteriores al 15M. Veo diferentes detonantes y unas formas de revuelta popular que no comparto, pero también entreveo un mismo trasfondo de indignación y necesidad de cambio, que recupere los principios democráticos construidos de abajo arriba, que devuelva el poder al pueblo.
Lo que algunos definen, con el fin de alejar las comparaciones con la Spanish Revolution, como simple vandalismo, protesta racial, marginalidad y delincuencia, va más allá, de hecho, algunos de esos calificativos también fueron dirigidos a los acampados por los mismos medios que ahora defienden su legitimidad por no usar la violencia.
Lógicamente, vuelvo a repetir, NO ESTOY DE ACUERDO CON EL CÓMO, que vuelve a perjudicar a los de siempre, a los ciudadanos. Soy partidaria de un proceso pacífico de renovación del sistema mundial. El problema es que los vasos europeos están a una gota de colmarse y no me extrañaría que poco a poco, cada país, encuentre un motivo u otro para salir a la calle y revelarse, sin llegar a saber muy bien dar respuesta a ese cómo, porque la inmediatez del cambio es más que improbable y la paciencia de muchos se agotó hace tiempo.
El supuesto poder deslegitima cada movimiento social, lo comprime dentro de sus fronteras, lo corrompe, lo insulta y lo desmenuza desviando la opinión pública a particularidades que no hacen sino cubrir el motivo real y global. Elimina vinculaciones internacionales homogéneas para intentar fragmentar una unidad que temen termine con una hegemonía, que han olvidado, no viene del poder divino, sino de cada uno de nosotros.
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miércoles, 20 de julio de 2011
Tomemos el relevo, indignémonos

Mi última lectura ha sido ¡Indignaos! (lo pondré en cursiva porque no quiero malas interpretaciones con las comillas), que no clasificaría exactamente como un libro, sino más bien una proclama democrática, una declaración de intenciones, una palmada en el culo a la sociedad para ver si espabilaba… y lo hizo, lo hicimos, pero sin ánimo de ser pesimista, todavía queda mucho camino por recorrer.
Stéphane Hessel, desde la sabiduría que da la edad y la experiencia, pero sobre todo, desde la indignación de ver cómo todo por lo que ha luchado se desvanecerá si seguimos sin hacer nada, trata la mayoría de las temáticas que recogerá posteriormente el movimiento 15M. Considera que es nuestra obligación velar por una sociedad de la que sentirnos orgullosos y que se podría resumir en lo siguiente:
- Proteger la Seguridad Social y las pensiones.
- Instaurar una verdadera democracia económica y social alejada de los intereses financieros de banqueros, políticos, empresarios y medios de comunicación.
- Conseguir una prensa independiente.
- Crear un sistema educativo que desarrolle el espíritu creativo y crítico.
“Tomad el relevo, ¡indignaos! Los responsables políticos, económicos e intelectuales, y el conjunto de la sociedad no deben dimitir ni dejarse impresionar por la actual dictadura de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia.”
Os dejo un enlace en que que podéis descargar ¡Indignaos! en PDF.
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viernes, 15 de julio de 2011
La Rottenmeierización del Gobierno

Lo realmente peligroso es que bajo esa imagen inmadura de nuestra política se encuentra una institutriz de primera, aparentemente estricta e inflexible, aunque ingenua, desorientada y miedosa. Es como esa mujer de 36 años amargada, caprichosa, impulsiva y egoísta que siempre ha conseguido lo que ha querido, es la señorita Rottenmeier.
Nuestro Gobierno nos trata como si fuésemos niños, como si hubiésemos perdido la facultad de decidir y de pensar, con leyes que parecen más propias de un correctivo que de un Estado plural, como si fuese la versión mala de SuperNanny y creyesen que nuestra atención se difumina si no nos establecen unas pautas claras con sus correspondientes consecuencias: “esto no se hace”, “esto no se toca”… “caca”.
De lo que no nos damos cuenta es que nosotros no somos Heidi ni Clara, sino el padre de esta última. Somos quienes debemos marcar el camino a seguir, a quienes nos deben consultar cómo proceder ante una situación no contemplada de antemano, quienes tenemos potestad de despedir, aplicar un correctivo, una reducción de sueldo en tiempos de crisis o por baja productividad y ausentismo laboral, no siempre al revés.
La opresión política, social, laboral, educacional y familiar muchas veces nos provoca dejarnos llevar, una cierta comodidad a lo que creemos es guía y en la mayoría de ocasiones es autocracia. La obediencia es cómoda y creemos que nos exime de responsabilidades cuando no es así. No podemos elegir a un representante y dejarle actuar impunemente sintiendo que nuestro único compromiso está en las urnas.
En épocas de incertidumbre como la que vivimos parece que es más fácil seguir un camino prefijado porque la duda, la diversificación de posibilidades, nos provoca desconfianza y ansiedad. No debemos tener miedo a equivocarnos, porque un error siempre conlleva una rectificación y un aprendizaje. No dejemos que nos traten como niños desarraigados y cojamos por fin las riendas de nuestra vida y nuestro futuro.
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martes, 5 de julio de 2011
El entrecomillado futuro de nuestros hijos
Cuando miro a mis hijos no puedo evitar que una mano invisible retuerza mis intestinos o me pinche con una aguja en la boca del estómago, que me pregunte si no seré egoísta por haberlos traído a este viaje entre “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, “1984” de George Orwell, “Yo, robot” de Isaac Asimov y “La carretera” de Cormac McCarthy. Libros todos ellos que si no habéis leído, os recomiendo encarecidamente.
Permitidme que no pueda ser optimista con la que está cayendo y que el miedo pueda llevarme a pensamientos apocalípticos desmedidos, pero no es tiempo de esperar sino de lucha y determinación.
No me considero una madre sobreprotectora y apuesto firmemente por la independencia y el desarrollo individual de mis hijos, de lo contrario, mis primeras letras en este blog no tendrían mucho sentido, sin embargo, hay bases que considero necesarias para que dicho desarrollo e independencia puedan asentarse:
Permitidme que no pueda ser optimista con la que está cayendo y que el miedo pueda llevarme a pensamientos apocalípticos desmedidos, pero no es tiempo de esperar sino de lucha y determinación.
No me considero una madre sobreprotectora y apuesto firmemente por la independencia y el desarrollo individual de mis hijos, de lo contrario, mis primeras letras en este blog no tendrían mucho sentido, sin embargo, hay bases que considero necesarias para que dicho desarrollo e independencia puedan asentarse:
- Estabilidad: Mi madre siempre decía que “cuando el dinero sale por la puerta el amor se tira por la ventana”, así que con 5 millones de personas en el paro creo que no hace falta añadir nada más.
- Educación: El concepto es muy amplio, pero para mí existen dos focos principales, el primero de ellos, la LOGSE o lo que es lo mismo, la progresiva atrofia neuronal del sistema escolar y todo lo que le rodea; el segundo, una sobreprotección parental que tiende a defender cualquier acción de nuestros retoños para excusar la falta de atención que les procuramos debido a una sobrecarga laboral, no siempre acompañada de su correspondiente productividad, en el supuesto y favorable caso de tener un puesto de trabajo.
Lógicamente me gustaría poder procurarles lo mejor a mis hijos, darles la posibilidad de que estudien, si quieren hacerlo y apoyarles para su futura emancipación haciéndoles consciente del valor del sacrificio, el esfuerzo y el respeto. Espero que luchen por sus ideales y que no se dejen agasajar por las promesas incumplidas e ilusiones efímeras que nos han vendido y hemos comprado al mejor postor, pero para ello somos nosotros los que ahora tenemos que dar un paso al frente y cambiar el orden decadente establecido, de lo contrario, FUTURO pasará a engrosar esos términos entrecomillados que nos ha traído el siglo XXI: “vivienda digna”, “ahorro”, “democracia” y “trabajo”.
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lunes, 4 de julio de 2011
El debate del pueblo y la consciencia ciudadana
Este fin de semana, en los pocos ratos libres que de los que he disfrutado en soledad, he estado releyendo, viendo y reflexionando sobre el Debate paralelo del Estado de la Nación organizado por el movimiento 15M, centrado en las propuestas recogidas por el Grupo de Trabajo de Economía de Acampada Sol.
No es mi intención repetir o resumir lo que ya se ha dicho pues creo que, salvo en el uso de las comillas, PeriodismoHumano ha hecho un excelente trabajo y es precisamente su crónica la que me ha inspirado para tratar un tema que viene rondándome la cabeza desde hace mucho tiempo. Leo en su último párrafo:
Desde casa, donde queriéndolo o no imponemos criterios e ideologías a nuestros pequeños, pasando por un sistema educativo precario en el que los puntos y comas que estudias hoy de carrerilla se olvidan mañana, acompañado de unos medios de comunicación venidos a menos y un Gobierno sobre proteccionista que parte precisamente de la idea de que no pensamos.
¿Cómo vamos a cambiar las cosas si muchos desconocemos las bases de la democracia? ¿Cómo vamos a salir de un sistema bipartidista si el resto de las propuestas u opciones no tienen cabida en nuestro día a día, si acceder a ellas supone un sobreesfuerzo particular de búsqueda de la identificación personal? Por poner un ejemplo, hasta el 15M, la mayoría de las personas de mi entorno, muchas de ellas con carreras universitarias y supuestamente preparadas, desconocían el Sistema D´Hondt, nunca les/nos ha preocupado.
Se vivía bien con un pastor guiando al rebaño y dos o tres perros guardianes… hasta que nos hemos quedado sin terreno donde pastar. Quizá estemos por buen camino pero todavía queda mucho por recorrer.
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La necesidad de iluminar mentes. Fuente: Imágenes de Google |
Para mí este es el principal problema en la ciudadanía, el que debería erradicarse antes que cualquier otro: la desinformación aplastante que no deja fluir las ideas y aprisiona la mente. Dicen que vivimos en la Sociedad de la Información y aunque tenemos acceso casi ilimitado a ella no sabemos interpretarla porque nuestro cerebro no está acostumbrado a pensar por sí mismo, a llegar a conclusiones propias, a contrastarlas y mucho menos a defenderlas.“Cada vez que voy a la asamblea de Economía los lunes en la Plaza del Carmen me pregunto cómo he podido estar hasta ahora tan mal informado”, decía un chico de unos treinta años la semana pasada en una asamblea del barrio de Malasaña. “Ahora soy un ciudadano mucho más consciente”.
Desde casa, donde queriéndolo o no imponemos criterios e ideologías a nuestros pequeños, pasando por un sistema educativo precario en el que los puntos y comas que estudias hoy de carrerilla se olvidan mañana, acompañado de unos medios de comunicación venidos a menos y un Gobierno sobre proteccionista que parte precisamente de la idea de que no pensamos.
¿Cómo vamos a cambiar las cosas si muchos desconocemos las bases de la democracia? ¿Cómo vamos a salir de un sistema bipartidista si el resto de las propuestas u opciones no tienen cabida en nuestro día a día, si acceder a ellas supone un sobreesfuerzo particular de búsqueda de la identificación personal? Por poner un ejemplo, hasta el 15M, la mayoría de las personas de mi entorno, muchas de ellas con carreras universitarias y supuestamente preparadas, desconocían el Sistema D´Hondt, nunca les/nos ha preocupado.
Se vivía bien con un pastor guiando al rebaño y dos o tres perros guardianes… hasta que nos hemos quedado sin terreno donde pastar. Quizá estemos por buen camino pero todavía queda mucho por recorrer.
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jueves, 30 de junio de 2011
El correcto uso de las comillas
Aprovechando que tengo a los peques entretenidos con los abuelos he podido sacar un rato para ampliar la idea que da razón a este blog y qué mejor manera que hacer unas breves aclaraciones sobre el uso correcto de las comillas, incluso teniendo en cuenta que no soy partidaria de seguir a rajatabla las normas ortográficas, gramaticales o lexicográficas establecidas, sobre todo si vienen de ciertas instituciones ancladas en el pasado e incapaces de adaptarse a los nuevos tiempos.
Precisamente por eso, no considero relevante si las comillas preferentes son las inglesas (“ ”), las latinas (« ») o las simples (‘ ’) pero sí resumir sus diferentes usos e intentar hacer un ejercicio de comprensión con ciertas, por no decir, todas las publicaciones referidas a los indignados, desde que se inició el movimiento 15M.
Veamos el siguiente ejemplo, publicado el 25 de mayo en la edición digital de El Mundo, aunque podría ser aplicable a cualquier otro medio:
Creo que el entrecomillado de “No paréis” está claro y enmarca la reproducción de la cita textual del señor Punset. Pero, ¿cuál de sus usos aplicaríais a “indignados”?
Precisamente por eso, no considero relevante si las comillas preferentes son las inglesas (“ ”), las latinas (« ») o las simples (‘ ’) pero sí resumir sus diferentes usos e intentar hacer un ejercicio de comprensión con ciertas, por no decir, todas las publicaciones referidas a los indignados, desde que se inició el movimiento 15M.
Veamos el siguiente ejemplo, publicado el 25 de mayo en la edición digital de El Mundo, aunque podría ser aplicable a cualquier otro medio:
Creo que el entrecomillado de “No paréis” está claro y enmarca la reproducción de la cita textual del señor Punset. Pero, ¿cuál de sus usos aplicaríais a “indignados”?
- Lógicamente quitamos citas, palabras en estilo indirecto o pensamientos de personajes literarios.
- Aunque corresponde al título de un libro me atrevería a decir que no están haciendo referencia al mismo.
- No categorizaría tampoco a El Mundo como obra lingüística de tal modo que su intención fuera/sea enmarcar su significado.
- Podría ser incluso que fuese esa práctica a la que acostumbran los medios de copiar la noticia directamente de agencia, pero no, en este caso han hecho el esfuerzo de trascribirlo, salvo alguna que otra frase y debe ser que se le escaparon las comillas porque en la fuente original no estaban.
- Así que sólo me queda una opción y por favor permitidme reproducirla literalmente tal y como lo recoge el Diccionario Panhispánico de Dudas: Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar, procede de otra lengua o se utiliza irónicamente o con un sentido especial.
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martes, 28 de junio de 2011
Mi vida sin comillas
Mi nombre es Carmen Rodríguez. Era primavera del 73 en un pueblo castellano manchego cuando di mi primer berrido tras una palmada inesperada en el culo. Eso ya debería marcarnos de por vida: gritar si nos hacen daño, protestar, patalear o llorar si no nos queda más remedio… Sin embargo, hemos cerrado los ojos y nos hemos dejado llevar de la mano hacia una casa de naipes, un coche de juguete, un barco de papel y un chalet de arena en la playa. Ha llovido sobre mojado, se ha levantado el viento y nos hemos quedado sin nada… Nos han dado un cachete en el culo y es momento de salir del letargo.
Quizá ese sea el motivo por el que empiezo este blog, puede que porque veo los ojos de mis hijos y me asusta el futuro que puedan encontrarse. El caso es que creo que tengo algo que aportar, que contar, aunque sea una vana experiencia de cómo han cambiado las cosas en estos últimos 30 años. Antes apenas tengo vagos recuerdos y la memoria de mis mayores.
Estudié Filología Hispánica en Madrid, me saqué el CAP y ejercí durante algunos años como profesora de Lengua y Literatura en un Colegio Privado a las afueras de la capital, pero la vida me dio dos regalos (Marta y Alfredo) que ahora son mi mayor ocupación (junto con mi marido, que siempre se queja de que me olvido de él), además, ejerzo como correctora de textos desde casa, un trabajo con mucha inestabilidad pero con gran independencia.
Independencia… una palabra que me encanta y que no me gustaría tener que matizar con esas comillas que últimamente no paro de leer en diferentes medios, porque las limitaciones a nuestra libertad están donde empiezan las del otro y no en los signos tipográficos.
Lo que me parece curiosísimo es esa manía de la prensa, desde El País hasta La Gaceta, por abrir comillas cuando aluden a los “indignados”. A ver quién se las pone a Partido “Socialista”, Partido “Popular”, “Unión” Europea, cajas de “ahorros” o Ministerio de “Trabajo”…
Con este blog y gracias a mi formación sólo pretendo que los pocos o muchos que me lean, aprendan a poner las comillas en su sitio.
Quizá ese sea el motivo por el que empiezo este blog, puede que porque veo los ojos de mis hijos y me asusta el futuro que puedan encontrarse. El caso es que creo que tengo algo que aportar, que contar, aunque sea una vana experiencia de cómo han cambiado las cosas en estos últimos 30 años. Antes apenas tengo vagos recuerdos y la memoria de mis mayores.
Estudié Filología Hispánica en Madrid, me saqué el CAP y ejercí durante algunos años como profesora de Lengua y Literatura en un Colegio Privado a las afueras de la capital, pero la vida me dio dos regalos (Marta y Alfredo) que ahora son mi mayor ocupación (junto con mi marido, que siempre se queja de que me olvido de él), además, ejerzo como correctora de textos desde casa, un trabajo con mucha inestabilidad pero con gran independencia.
Independencia… una palabra que me encanta y que no me gustaría tener que matizar con esas comillas que últimamente no paro de leer en diferentes medios, porque las limitaciones a nuestra libertad están donde empiezan las del otro y no en los signos tipográficos.
Por qué La vida entre comillas
Cuando empezó el movimiento 15M no paraba de leer “indignados” en todos los periódicos y sólo me preguntaba si el motivo del “entrecomillado” era quitarles importancia e incluso ironizar sobre el tema… Y no fui la única, Juanma Santiago, resumió mi impresión perfectamente en un comentario publicado en Escolar.net:Lo que me parece curiosísimo es esa manía de la prensa, desde El País hasta La Gaceta, por abrir comillas cuando aluden a los “indignados”. A ver quién se las pone a Partido “Socialista”, Partido “Popular”, “Unión” Europea, cajas de “ahorros” o Ministerio de “Trabajo”…
Con este blog y gracias a mi formación sólo pretendo que los pocos o muchos que me lean, aprendan a poner las comillas en su sitio.
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