martes, 5 de julio de 2011

El entrecomillado futuro de nuestros hijos

Cuando miro a mis hijos no puedo evitar que una mano invisible retuerza mis intestinos o me pinche con una aguja en la boca del estómago, que me pregunte si no seré egoísta por haberlos traído a este viaje entre “Un mundo feliz” de Aldous Huxley, “1984” de George Orwell, “Yo, robot” de Isaac Asimov y “La carretera” de Cormac McCarthy. Libros todos ellos que si no habéis leído, os recomiendo encarecidamente.

Permitidme que no pueda ser optimista con la que está cayendo y que el miedo pueda llevarme a pensamientos apocalípticos desmedidos, pero no es tiempo de esperar sino de lucha y determinación.




No me considero una madre sobreprotectora y apuesto firmemente por la independencia y el desarrollo individual de mis hijos, de lo contrario, mis primeras letras en este blog no tendrían mucho sentido, sin embargo, hay bases que considero necesarias para que dicho desarrollo e independencia puedan asentarse:
  • Estabilidad: Mi madre siempre decía que “cuando el dinero sale por la puerta el amor se tira por la ventana”, así que con 5 millones de personas en el paro creo que no hace falta añadir nada más.
  • Educación: El concepto es muy amplio, pero para mí existen dos focos principales, el primero de ellos, la LOGSE o lo que es lo mismo, la progresiva atrofia neuronal del sistema escolar y todo lo que le rodea; el segundo, una sobreprotección parental que tiende a defender cualquier acción de nuestros retoños para excusar la falta de atención que les procuramos debido a una sobrecarga laboral, no siempre acompañada de su correspondiente productividad, en el supuesto y favorable caso de tener un puesto de trabajo.
Lógicamente me gustaría poder procurarles lo mejor a mis hijos, darles la posibilidad de que estudien, si quieren hacerlo y apoyarles para su futura emancipación haciéndoles consciente del valor del sacrificio, el esfuerzo y el respeto. Espero que luchen por sus ideales y que no se dejen agasajar por las promesas incumplidas e ilusiones efímeras que nos han vendido y hemos comprado al mejor postor, pero para ello somos nosotros los que ahora tenemos que dar un paso al frente y cambiar el orden decadente establecido, de lo contrario, FUTURO pasará a engrosar esos términos entrecomillados que nos ha traído el siglo XXI: “vivienda digna”, “ahorro”, “democracia” y “trabajo”.

1 comentario:

  1. Mira, yo decidí no tener hijos, por una sola razón, creo en el amor, el de verdad, el que se basa en el respeto, la educacion y la responsabilidad. Ahora que ya soy un poco mayor, no me arrepiento y no me siento debíl por no haber luchado un poco más, pero si tu te ves a ti misma como una unica persona sin mirar alrededor de como le pueda funcionar la vida a otros, sacaras tus valores a flote y eso es lo que le vas a dejar a tus hijos. Obviamente te escribo sin conocerte de nada, pero asi casi que mejor.Un beso.
    Un beso.

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